La Gelosa
- Ricardo Vejar Romero
- 15 may 2018
- 13 Min. de lectura

HALLAZGOS POR PALPACION, CAMPOS DE INTERFERENCIA Y ALTERACIONESĀ ESTATICAS EN EL REUMATISMO DE PARTES BLANDAS. DOCTORES GERMAN Y J.A. DUQUE MEJIA, JULIO CESAR PAYAN Y OSCAR CORREA.
Bajo el concepto de reumatismo muscular se cobijan comunmente todos los proceso reumĆ”ticos que se presentan en regiones distantes de las articulaciones. Estos procesos pueden ser de diversas Ćndole, y pueden presentarse en cualquier parte de la estructura muscular y del tejido conectivo subcutĆ”neo. Fuera del dolor subjetivo, a nivel local, debe atenerse el mĆ©dico al hallazgo objetivo por palpación, como indicador de gran importancia para el diagnóstico.
La formación de gelosas en el reumatismo de partes blandas es un sĆntoma paralelo en todo proceso dirigido por el vegetativo. Estas formaciones de gelosa aparecen en forma local, pero pueden tambiĆ©n hacer su aparición en las zonas reflexológicas o zonas reflejo. Por desgracia este tipo de hallazgos por palpación ha caido en el olvido de la medicina. El tĆ©rmino āgelosasā y de lo que ellas se pueda derivar, le es muy familiar a los masajistas, mĆ”s no a los mĆ©dicos.
Aquellos nĆŗmeros y abombamientos que aparecen en el tejido y que conocemos como gelosas, son sitios extremadamente efectivos [para la terapia que hacemos en Los Robles.
Frecuentemente aparecen las gelosas con sólo pincharlas o inyectarlas. Con ellas desaparece el dolor y retorna la motilidad. Aquà vale la pena recalcar que la presencia de focos en dientes, en tonsilas, senos paranasales, o de campos de interferencia en sentido neural terapéutico según Huneke, pueden impedir una genuina y permanente curación si no se les elimina con la terapia adecuada. Cabe agregar que las malposiciones de tipo esteatico, provenientes por ejemplo de causas psico-somÔticas, pueden ser las causantes y alimentadoras de procesos reumÔticos en partes blandas (ubicación del hombre ante su medio, ante su trabajo, ante sus familiares,etc.)
EL HALLAZGO POR PALPACION
Los siguientes factores deben ser tenidos en cuenta al efectuar la palpación de zonas gelosas:
1.- Toda la superficie que va a ser sometida al exĆ”men de palpación debe afeitarse y engrasarse previamente. Solo asĆ puede obtenerse una clara āsensación palpableā de la dimensión del terreno geloso o gelatico. La diferencia entre una palpación bajo aceite o grasa y una palpación a secas, es tan grande, que con una persona que afirme poder palpar las gelosas sin aceitar previamente, no se puede ni debe discutir.
2.- En una superficie debidamente aceitada o engrasada aparecen muchos mĆ”s nudos y abombamientos que en una piel seca, donde solo aparecen la āmyogelosasā en forma aislada.
3.- La palabra āmyogelosasā (mys = mĆŗsculo) se presta a confusiones, puesto que los nudos gelosos palpables no pertenecen al tejido muscular, sino al tejido conectivo blando, a la ya conocida āformación bĆ”sica vegetativaā de Pischinger. Estas pueden confundirse con zonas de āendurecimiento muscularā. ( vĆ©ase en F. Hartmann y Vogel). Las gelosas son la tĆpica expresión de un bloqueo del sistema mesenquĆmico de regulación bĆ”sica y llevan a una āregulación fallida fijaā, tal como lo expresara H. Storck. Esta regulación fallida fija puede tambiĆ©n exteriorizarse como un reumatismo de partes blandas.
4.- Los nudos gelosos palpables en el mesenquima subcutĆ”neo no representan tumoraciones o asentamientos genuinos. Se trata de formaciones fĆ”cilmente reversibles que desdaparecen por āfenómeno de segundosā, o disminuyen notablemente de tamaƱo, si les pincha, bien sea con una aguja metĆ”lica (Pirlet) o si se les inyecta con una solución procaĆnica o con cualquier otra solución no lesiva del tejido, como por ejemplo con complejos homeopĆ”ticos.
Muchas vecesĀ basta pinchar la piel sobre el nudo geloso con una aguja de acupuntura o con una aguja de inyección comĆŗn y corriente, o bien poner una pĆ”pula, para hacer desaparecer una gelosa en la profundidad del tejido conectivo. El acupuntor principiante podrĆ” asĆ observar el efecto de la aplicación de su aguja de acupuntura. El fenómeno de la sĆŗbita desaparición de la gelosa despuĆ©s de la inyección en la piel, puede ayudar a explicarnos el porquĆ© un hallazgo tan evidente en la contextura de tejidoĀ ha sido y sigue siendo negado por la patologĆa y no ha podido encontrar ningĆŗn hallazgo su sitio en el concepto mĆ©dico: la gelosa en sĆ no representa ningĆŗn hallazgo desde el punto de vista histo-morfológico, puesto que si desaparece con sólo pincharla es obvio que no queda nada de ella al intentar su exscisión.
El masaje del tejido conectivo segĆŗn Dicke es otro, que por no encontrar las gelosas, asume la fĆ”cil posición de negarlas. La razón es muy sencilla: la tĆ©cnica lineal del masaje utilizado por Dicke no permite el empleo de aceites. AdemĆ”s, la palpación correcta de las gelosas se le dificulta a muchĆsimos colegas, puesto que nosotros los mĆ©dicos durante nuestra formación, nunca tuvimos la oportunidad ni la obligación de participar en cursos sobre tĆ©cnicas de masaje. Es por esta razón que las gelosas se nos presenta como una jurisdicción a la cual creemos no tener acceso.
H. Schade acuñó en 1.919 el concepto de gelosas y las definió de la siguiente manera: āla gelosa es la expresión de una daƱo en la normal fluidĆ©z coloidal del protoplasmaā. En otras palabras, se trata de una formación de los coloidales del protoplasma de un estado solubleĀ (sol) en una sustancia mĆ”s firme o gelatinosa (gel). De allĆ el nombre de gelosa. Debe tratarse de una fijación de potenciales energĆ©ticos en el tejido, los cuales se metabolizan rĆ”pidamente al sentir el pinchazo con aguja metĆ”lica.
5- La formación de gelosas la encontramos con mucha frecuencia en las llamadas zonas de reflejo, las cuales no son conocidas por el masaje del tejido conectivo segĆŗn Dicke. A travĆ©s de los nudos gelosos tenemos la oportunidad de poder llevar a cabo una muy certera reflexoterapia. Para diferenciarla de la acupuntura china se la ha denominado gelopuntura. Las tĆ©cnicas del Baunscheidtismo reposan sobre principios similares, sólo que Ć©stas emplean algĆŗn tipo de estĆmulo inflamante para lograr una derivación por piel.
En el contexto de las ideas expuestas creo que no es correcto hablar del segmento. El segmento y las zonas de reflexologĆa son entes muy diferentes. Cada fascĆculo al penetrar por su respectivo agujero intervertebral, tiene una determinada zona donde ejerce su influencia. El segmento es precisamente el que seƱala y delimitaĀ esas zonas de inervación. Las zonas reflejo tiene, en sentido de reflejos viscerocutĆ”neos, un alcance que va mucho mĆ”s allĆ” del segmento mismo. Es asĆ como las zonas reflejo de la cabeza pueden extenderse hasta la región lumbo-sacra; las del corazón hasta el brazo izquierdo, etc.
De las zonas hiperalgĆ©ticas de la piel segĆŗn Head y de las zonas musculosas segĆŗn Mac Kenzie, debemos pensar ahora en las zonas reflejo en el tejido conectivo (Dicke y Leube, Hansen, von Staa, Dittmar). Este tejido conectivo, en su importantĆsimo papel de sistema bĆ”sico vegetativo, -mesenquĆmico de Pischinger-, nos ofrece un punto de acceso muy efectivo para la terapia no sólo del reumatismo de partes blandas, sino de muchĆsimas otras enfermedades.
6- Estos nudos gelosos, de contextura sólido-elĆ”stico, suelen encontrarse por cantidades en tamaƱos que van desde una lenteja hasta una cereza. Siendo que estas formaciones son susceptibles de desintegrarse con una fuerte presión digital, podemos tratarla en forma manual o mecĆ”nica. Max Lange bautizó a este procedimiento gelotripsie, mediante el empleo de una especie de madera para masajes. Como la tĆ©cnica de āpasearā una arruga por todo el terreno geloso (una especie de PĆ©trissege tambiĆ©n conduce a la disolución de las formaciones gelosas y de los abombamientos, hemos desarrollado una forma de masaje denominada masaje de gelosas. Esta tĆ©cnica fue bien recibida por los masajistas profesionales, y en la Baja Sajonia se le reconoce aĆŗn por las Cajas de Seguridad. Se puede asumir que el drenaje linfĆ”tico de Vodder es una especie de masaje de gelosas. Mediante esta tĆ©cnica consistente en masajear las vĆas linfĆ”ticas, se desintegran tambiĆ©n acumulaciones de potenciales energĆ©ticos existentes en el tejido.
Para saber que papel juega la gelosa en el suceso vegetativo hay que tener en cuenta que los nudos pueden tener una ubicación topogrĆ”fica muy variada. Unos se encuentran directamente encima del mĆŗsculo, lo que muchas veces nos lleva a pensar en endurecimientos musculares o āmyogelosasā.
Existen relaciones reflejas con :
a) Piel
b) Un punto especĆfico situado por encima de la gelosa. Es precisamente este punto el que se pincha en la gelopuntura,
c) La musculatura, y
d) La médula y los órganos internos. Esta relación refleja se lleva a cabo muy posiblemente a través de la piel (zonas de Head) y talvez también de la musculatura (Mac Kenzie).
Nosotros nos imaginamos a la gelosa como una especie de transmisor de interferencias: la sensibilidad de la piel se ve alterada. El tejido cutĆ”neo y subcutĆ”neo de la cĆ©lulas se torna duro. (Las gelosas se ocultan bajo la distensión del tejido). La musculatura cambia de tono, el órgano interno correspondiente, o la articulación empiezan a recibir recargas irritantes. En resumidas cuentas todo se torna āneuróticoā y se impide la tarea de adaptación.
La aparición de zonas gelosas, a nivel local o en zonas reflejo, es una inevitable patologĆa colateral de todos los quebrantos de salud, en los cuales se estĆ” frente a un bloqueo de las regulaciones bĆ”sico-vegetativas en el mesenquima. El diagnóstico nos dice que la presencia de zonas gelosas es la expresión tĆpica de un cuadro patológico producto de nuestra āelevada civilizaciónā. MuchĆsimas veces le da a uno la impresión de que es el tejido superficial el que primero enferma, debido a daƱos metabólicos o a sobrecargas locales. Pero son los órganos internos correspondientes los que reciben las sobrecargas irritativas por la vĆa del reflejo cuti-visceral. Resultado final: patologĆas diversas a nivel de los órganos correspondientes.
Este cuadro es muy común en el terreno de la nuca y de los hombros. El corazón, la tiroides y los órgano9s de la cabeza empiezan a ser irritados a través del mesénquima de sus respectivas zonas reflejo. Como responsables se acusa siempre a la columna cervical. Esta se encuentra también irritada en sus músculos intervertebrales y puede aliviarse fÔcilmente por medio de movimientos chiroprÔcticos.
En los casos de reumatismo de partes blandas hemos encontrado que la mejor y mÔs efectiva terapia se lleva a cabo a través de las gelosas. Al desaparecer éstas desaparecen las molestias, siempre y cuando hayamos eliminado los posibles campos interferentes en el sentido de Huneke.
CAMPOS DE INTERFERENCIA
Las gelosas se comportan como campos interferentes. El significado funcional de las mismas sólo puede entenderse si se estÔ plenamente familiarizado con la enseñanza del campo interferente de los hermanos Huneke.
Los campos de interferencia son centros irritativos de carĆ”cter vegetativo. En la mayorĆa de los casos se anidan estos centros allĆ donde alguna vez existió o aĆŗn existe algĆŗn proceso patológico crónico, ya sea en la zona amigdalar, en dientes desvitalizados, en senos paranasales, en cicatrices o en las llamadas adherencias por ejemplo del terreno ginecológico o de la vesĆcula biliar. Es por esta mismĆsima razón que se insiste sobre la exactitud cronológica de todas las informaciones al levantar la historia clĆnica.
Estos centros irritativos pueden originar grandes y graves trastornos orgƔnicos a distancia.
Colocando una cantidad relativamente pequeƱa de algĆŗn preparado procaĆnico en el campo interferente, o aĆŗn cerca de Ć©l, pueden producirse curaciones en segundos y en partes muy distantes del centro irritativo mismo. Presumimos que este hecho, conocido como el fenómeno Huneke o el fenómeno en segundos, es conocido por cada uno de ustedes.
Al inyectar un campo interferente se cambian totalmente las condiciones del campo geloso en la superficie del tejido. Esto ya nos lo demostró Koetscher en su artĆculo: āTerapia precoz por eliminación de campos de interferenciaā. La gelosa palpable en la superficie del tejido podrĆa definirse como el campo interferente local. El campo interferente en sentido de Huneke podrĆa ser definido como el dominante o principal. La correlación existente entre ambos parece ser obvia. Es correcto que el inyectar el campo interferente dominante, si es que Ć©ste existe y estĆ” geloso y para la obtención de una curación definitiva. La cuidadosa eliminación de las gelosas a nivel local, -esto es posible aunque de poca duración- puede dejar temporalmente fuera de acción al campo interferente dominante, puede que inmediatamente se haga presente otro terreno de manifestación externa, por ejemplo empieza a doler el diente responsable del proceso, o duele la cabeza a causa de una sinusitis latente, etc,etc. La eliminación de las gelosas a nivel local en forma definitiva, se hace imposible si el campo interferente principal o dominante no ha sido eliminado.
AquĆ hay que mencionar que la aplicación de agujas en determinados puntos de acupuntura, tambiĆ©n trae una reducción del terreno geloso. La sagujas deben permanecer colocadas durante 10 a 15 minutos. La escogencia de los puntos depende obviamente del cuadro clĆnico. Al efectuar una palpación con la piel debidamente afeitada llaman la atención los pequeƱĆsimos y muchas veces dolorosos nudos que se forman en los puntos de cruce de varios meridianos (ejemplo: 16 de tricalentador = vesĆcula 21= intestino delgado 15. Este punto de cruce se encuentra exactamente sobre el ganglio estrellado. Estómago 31= hĆgado 12= bazo pĆ”ncreas 11= bazo pĆ”ncreas 6= hĆgado 5= riñón 8, y tambiĆ©n el 15 de tricalentador). Otros puntos se dejan palpar como pequeƱas depresiones.
Estas experiencias sacadas de la consulta diaria, no hace mÔs que confirmarnos que se trata siempre de una actuación sobre el sistema vegetativo de regulación en el mesénquima, tal como lo concibe Pischinger.
La formación de gelosas en el tejido superficial juega aquà el papel de un substrato fÔcilmente palpable. Su desaparición, fÔcil de observar en determinadas zonas del cuerpo, sirve de prueba para la objetivación de la eficacia del tratamiento neural terapéutico según Huneke y de la acupuntura.
Puesto que el campo interferente dominante y la gelosa local tienen una reacción muy similar al tratamiento, cabe preguntarse si en ambas no se desarrolla el mismo proceso: la fijación de una regulación fallida (Storck). Todo esto bajo la estructura de potenciales energéticos estancados que pueden ser derivados por medio del tratamiento.
Este mismo orden de ideas vendrĆa el campo de interferencia de Huneke a ser una simple zona gelosa en la cual se fijó una relación vegetativa fallida, la cual a suvez puede causar reacciones a distancia. Si se palpa una cicatriz bien afeitada se tiene la sensación de estar palpando una cadena de āturupesā.
El tratamiento mÔs certero y efectivo se hace al inyectar por debajo de los turupes o pinchÔndolos directamente con una aguja métalica. Como resultado se obtiene una cicatriz mÔs suave y mÔs plana. En cicatrices muy irregulares y burdas se obtiene como resultado colateral de las inyecciones un buen efecto cosmético y estético.
Al efectuar la eliminación del foco (diente muerto, amigdalas, apĆ©ndice, etc.) queda la regulación fallida fija en la cicatriz gelótica y se convierte en campo interferente capaz de producir, a distancia, los mismo trastornos que el foco mismo. Es por eso que en la enseƱanza de la terapia neural de Huneke se exige que se desinterfieran repetidamente las cicatrices despuĆ©s de la remoción de un foco. Esto se refiere muy especialmente a aquellos focos que actuaron durante un tiempo prolongado como irritación crónica. La cicatrices de este tipo de focos se convierten normalmente en campos interferentes, puesto que todo proceso inflamatorio crónico forma a su alrededor una verdadera muralla defensiva de fijaciones gelóticas con su correspondiente elevación de potencial. Como este concepto no es muy conocido, y en la mayorĆa de los casos no se elimina el foco (falta una lĆnea) a la cicatriz. El levantamiento de una cuidadosa historia clĆnica facilita en estos casos la bĆŗsqueda de campos interferentes residuales.
ALTERACIONES ESTATICAS
No se estĆ” hablando de nada nuevo al decir que malposiciones prolongadas y repetidas, pueden ser las causantes del reumatismo de partes blandas, especialmente si alcanzan a interesar el terreno de la columna vertebral y su segmento. Quiero hacer incapiĆ© en dos formas especĆficasĀ de malposición, que al parecer pertenecen a otras materias, pero que en realidad son ejemploĀ claro de cómo puede producirse un reumatismo de partes blandas debido a malposiciones estĆ”ticas.
1.- Franz Mayr, conocido por su famosa ācura de Mayrā para la limpieza intestinal, detoxicación de tejidos y nreducción de peso, fue indudablemente un mĆ©dico genial. El supo reconocer el amplĆsimo significado de las condiciones en la cavidad abdominal, y la relación directa entre estas y un sinnĆŗmero de padecimientos. De Ć©l proceden las grĆ”ficas sobre las alteraciones estĆ”ticas relacionadas con malposiciones.
El Ć©xito de la famosa ācura de Mayrā tendiente a descargar o descongestionar la cavidad abdominal es el mejor testimonio de sus acertados conceptos. AĆŗn los valores de medición antes y despuĆ©s de una ācura de Mayrā muestran claras y dicientes diferencias.
Citemos algunos ejemplos: la lordosis de la columna lumbar es consecuencia directa del estómago tipo āportador de tambor mayorā; la āposición patunaā en muchas mujeres proviene de la presión del contenido abdominal sobre los órganos del bajo vientre; el hombro derecho se encuentra mĆ”s elevado en los pacientes que sufren del hĆgado; el Ć”ngulo que forma el esternón con respecto al eje del cuerpo se ve aumentado de tamaƱo y sufre una notable reducción durante la cura de Mayr.
El intestino y la cavidad abdominal pueden perfectamente convertirse en campos interferentes en el sentido de Huneke. Una buena dirección simbiótica durante la limpieza intestinal, es parte que no debe dejarse a un lado en el tratamiento del reumatismo de partes blandas. Desde nuestro punto de vista personal, y habiendo observado las alteraciones en la cavidad abdominal, no hay porqué aterrarse al encontrar toda la región a lo largo de la columna e inclusive en las paredes abdominales, plagada de gelosa de todo tamaño, dÔndole a la palpación la sensación de estar pasando la mano por un empedrado.
Siempre que se este tratando a un paciente por reumatismo de partes blandas, se sugiere buscar y tratar las gelosas en paredes abdominales y en región vertebral. Es por eso que el tratamiento del lumbago debe siempre empezar con el de las paredes abdominales. Aquà observamos que la reducción del tono de los músculos rectos se refleja e influye positivamente en sentido de la estÔtica. Las cicatrices que encontremos en terreno abdominal deben ser obviamente desinterferidas.
2.- Los endurecimientosĀ y la tirantĆ©z en la región hombro-nuco son cuadros colaterales tĆpicos de trastornos remĆ”ticos en partes blandas del tronco.
El libro āLa Columna Superiorā del doctor Helmut Stolze da una serie de explicaciones de profundo sentido psicológico, donde se demuestra el porquĆ© esta coluymna superior tiende a ser la intermediaria de endurecimientos dolorosos de los hombros, de dolores en la parte posterior de la cabeza, de calambres al escribir o de epicondilitis.
Bastante simple: la persona, que acosada por situaciones conflictivas de tipo psicológico o simplemente por el stress de nuestros dĆas tiende inconscientemente a levantar los hombros (hacer velas mentales), desemboca con el tiempo en una regulación fallida fija del cuello y hombros. La expresión externa se manifiesta con cadenas masivas de endurecimientos gelosos. Las consecuencias pueden ser de muy variada Ćndole. Aparte del reumatismo en partes blandas, suelen aparecer depresiones, desaliento, cansancio y trastornosĀ en el sueƱo.
Siendo que en la región del cuello y hombros se entrelazan lo psiquĆco con lo somĆ”tico puede ser una antesala para una neurosis en terreno psiquĆco. No olvidemos que con la fijación por malposición es factor comĆŗn a ambos campos. El psiquĆco y el somĆ”tico. El doctor Brauchle, uno de los mĆ”s enfĆ”ticos luchadores por los mĆ©todos naturales de curación, habló ya hace mucho tiempo de las āneurosis orgĆ”nicasā.
LA TERAPIA
La terapia aplicable en el reumatismo de las partes blandas se desprende de todo lo anterior: eliminación de campos interferentes; limpieza del mesénquima mediante saneamiento exhaustivo de zonas gelosas, tanto a nivel local como en zonas reflejo; terapia para corregir las malposiciones; tratamientos del estómago; terapia hematógena de oxidación (THO) mezclando tratamientos homeopÔticos adecuados; dietoterapia, terapia de ozono, hidroterapia ; masajes y gimnasia. También debe observarse un adecuado cambio en las costumbres alimenticias y en el estilo de vida.
Los medicmentos antireumƔticos que normalmente se encuentran en el mercado, incluyendo la cortisona, la fenilbutazona y las irradiaciones, no son recomendables y las consideramos altamente nocivas.
La medicina biológica dispone hoy en dĆa de una gama suficientemente grande de posibilidades, todas ellas encaminadas a restituir y fortalecer las fuerzas autocurativasĀ y defensivas del organismo. Con estos medios a nuestro alcance podemos escapar a la avalancha de los mĆ©todos supresores que se han convertido en la terapia mĆ”s fĆ”cil para el mĆ©dico pero mĆ”s nefasta para el paciente.